¡A la calle!, que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.
G. Celaya

Endavant companyes, companys

dilluns, 19 de setembre del 2011

Labordeta siempre

Si hace poco hablaba sobre Vicent Andrés Estellés, hoy me dispongo mediante una breves y humildes palabras a recordar a Jose Antonio Labordeta. Puesto que hace un año que nos dejó el gran maestro o el abuelo como le llamaban cariñosamente sus alumnos. Y es que siento que es un deber recordar a aquellos que lucharon y dieron su vida por un pueblo y por una tierra mejor. Recordar aquellos que nos influyeron, que nos inspiraron y que aprendimos de ellos. En cada pequeño gesto se podia contemplar la grandeza de la persona de Labordeta, hoy nos queda su recuerdo, pero, no solo eso; de Labordeta pudimos aprender en sus canciones (que tantas veces nos han emocionado) como Somos, Albada, Caminaremos, pudimos aprender en cada una de sus intervenciones en público, de su sencillez, del aroma a pueblo que supuraba en cada palabra, de su sabiduria, lástima que se tuviese que ir. Y es que recordar a los que no estan, no es triste, es esperanzador, para los que vendran que aprenderan de los que ya no estan. Labordeta queria que se le recordase como un árbol batido, como un hombre sin más... Y solo eso le hace grande. Escuchemos Canto a la Libertad en memoria de él. Seguimos adelante, ARRIBA LOS COMPAÑEROS como diría él. Hasta siempre compañero, hasta siempre abuelo. ¡Cómo me hubiera gustado ser su alumno!
Viva Aragón!
P.D.: Seguiremos luchando.



A.Salavert



Caminaremos

Caminaremos
hasta el instante
en que en la lluvia
crezca la libertad:
sobre los campos,
sobre los tejados,
sobre la esperanza
y la soledad,
sobre los espantos,
sobre las nostalgias,
sobre los espacios,
crezca de verdad.

Caminaremos
hasta la aurora
en que en el viento
renazca la igualdad:
entre los hombres,
entre las palabras,
entre los gestos,
entre cada cual.
Entre las manos,
entre los rostros,
entre los labios,
renazca de verdad.

Caminaremos
hasta el momento
en que las manos
sean fraternidad:
de pueblo a pueblo,
de isla a isla,
de casa a casa,
de ciudad a ciudad.
De viejo a joven,
de amor a amante,
de padre a hijo,
sea de verdad.

Caminaremos
hasta el momento
en que las manos
sean fraternidad.

Caminaremos
hasta la aurora
en que en el viento
renazca la igualdad.

Caminaremos
hasta el instante
en que en la lluvia
crezca la libertad.

Caminaremos
hasta el momento
en que las manos
sean fraternidad.